Las tres ecologias

Las tres ecologías

Felix Guattari

Según Felix Guattari el desarrollo de una sociedad debe ir enfocado en tres ecologías, la mental, la social y la ambiental, siendo todos estos elementos transversales que influencian  aspectos políticos, económicos, científicos y culturales, que llevarían a mejorar las relaciones personales e interacciones, logrando asi un desarrollo equilibrado con la naturaleza y con el mismo humano, permitiendo las subjetividades que pueden generara territorios que evolucionan sin perjudicar las esferas de la sociedad y si logrando un beneficio en el aspecto ambiental, que es la base de todo desarrollo.

Actualmente se desarrolla una evolución negativa donde todas las ´partes funcionan o actúan por separado generando una cadena de reacciones negativas que influencian a cualquier ser, en cualquier contexto; estamos inmersos en una evolución de avances independientes que se vuelven globales al generalizarse por todo el mundo sin tener en cuenta las subjetividades como dice Guattari, lo que genera una pérdida de la pertinencia de la evolución vista como desarrollo, si no como simples cambios o avances contraproducentes en manera negativa a largo o corto plazo en la sociedad y el ambiente.

Debería pensarse cada acto que intervenga la sociedad por lo más pequeño que sea desde una perspectiva mucho más humana y no tan mecanicista o automatizada en donde se generalizan comunidades y ecosistemas, donde se separa la cultura de la naturaleza, se pierde todo arraigo o pertenencia, se desterritorializan las comunidades, lo que lleva a un deterioro desacelerado de pequeñas minorías o grandes comunidades cegadas y manipuladas.

Con estas tres ecologías se busca en diferentes escalas y aspectos lograr articular las acciones y reacciones que se dan en la sociedad luego de un “avance o progreso”, se plantea revalorar desde la misma actitud personal a las relaciones con los demás y con la naturaleza por medio de la expresión creadora, una expresión fundamentada en argumentos validos sobre la evolución, sin singularizar o dejar de lado las subjetividades que son las que permiten articular la sociedad y construir verdaderos territorios y volver a una confianza en la humanidad, como una humanidad preservadora de la vida y no una humanidad que poco a poco se autodestruye.